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EL Sagrado Femenino Es una filosofía que busca conectarnos con nuestra conciencia y naturaleza femenina, accediendo a la figura de Diosa que existe en cada mujer.
Su conocimiento y práctica tienen orígenes ancestrales, pues está conformado por tradiciones de diferentes culturas que involucran conocimientos sobre el cuerpo femenino, sus ciclos naturales (como la menstruación, el embarazo) y los procesos emocionales.
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Actualmente, esta filosofía ha cobrado fuerza entre niñas y mujeres de diferentes generaciones debido a la creciente demanda de sabiduría holística y natural. Así, a través de la comprensión de lo Sagrado, se propone lograr una mejor calidad de vida en todas las esferas: física, psíquica, emocional y espiritual.
Uno de los pilares más comunes de las tradiciones de este estilo de vida son las “círculos de mujeres”.
Estos grupos reúnen a mujeres de diferentes edades para realizar danzas circulares (danzas sagradas), compartir aprendizajes y experiencias, y realizar rituales y prácticas espirituales. Suelen celebrarse una vez al mes, con distinta frecuencia.
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Las reuniones suelen contar con un facilitador que guía al grupo. El objetivo es recuperar el conocimiento de lo femenino que existe en nosotros y en el colectivo, comprender, respetar y honrar nuestras fases, así como conectar con la naturaleza.
Además, es muy común que aparezcan figuras de “diosas” dentro de lo Sagrado.
Son mujeres/imágenes de lo femenino en diferentes culturas, como Afrodita, Yemanja, Isis, Gaia (Naturaleza), entre otros, utilizados para despertar el conocimiento de la Diosa que existe en cada mujer y acceder a la sabiduría femenina ancestral.
De ahí la conexión entre los ciclos femeninos y la naturaleza. A través de los encuentros entre mujeres, es posible comprender mejor la relación entre la naturaleza y nuestros cuerpos. Por ejemplo, cómo las fases de la luna pueden influir en la menstruación, los cambios de humor y la energía, así como en el crecimiento del cabello.
A través de estos diálogos también es posible cuestionar y repensar opciones naturalizadas por la sociedad, como el uso masivo de anticonceptivos, muchas veces sin considerar otros medios de anticoncepción.
El objetivo de recuperar y aplicar este conocimiento con otras mujeres es crear una comprensión más amorosa y sana de nuestra feminidad. Estas redes facilitan conexiones profundas y reinterpretaciones de tabúes sobre el cuerpo, la sexualidad, el dolor y las experiencias personales y colectivas.