Anuncios
Es bien sabido que se deben tomar ciertas precauciones al bañar a los bebés. Problemas como la piel delicada, susceptible a alergias causadas por productos inadecuados, y la temperatura del agua, por ejemplo, pueden parecer obvios, pero siempre hay algo nuevo que aprender en el cuidado de niños pequeños. Por lo tanto, es interesante observar algunos aspectos relacionados con el baño de bebés en cuanto a la elección de champús, horarios y cuidados específicos según la estación del año, como el verano y el invierno.
En cuanto a los champús, el primer paso es verificar la posible presencia de alérgenos, es decir, aquellos componentes que pueden causar irritación cutánea en los niños. En este sentido, cabe destacar que, actualmente, varios estudios han demostrado que los ftalatos, una sustancia química presente en diversos productos infantiles (entre los que destacan champús, talcos, cremas y ungüentos para la dermatitis del pañal), pueden causar problemas de salud.
Anuncios
Entre los estudios citados, destaca uno desarrollado por la revista Pediatrics, que reveló la presencia de estos ftalatos en la orina de bebés expuestos a champús que contenían esta sustancia. Los niveles de concentración de esta sustancia variaban según el tamaño del bebé: cuanto más pequeño era, mayor era la cantidad de ftalatos presentes en su orina. Esto puede ser perjudicial, ya que la presencia de este componente químico puede estar asociada con problemas en el desarrollo de los órganos genitales masculinos y, además, porque los ftalatos pueden considerarse cancerígenos, según PROTESTE (Asociación Brasileña de Defensa del Consumidor).
Tras detectar los efectos de esta sustancia mediante PROTESTE, la agencia solicitó a Anvisa (Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria) la adopción de medidas para prohibirla en productos para bebés, dado que el uso de ftalatos no está regulado actualmente por la Agencia. Es urgente definir límites para esto, ya que la información a menudo no llega a todos los segmentos de la población y, por lo tanto, podría convertirse en un problema de salud pública.
Si desea saber cómo reconocer el uso de estas sustancias tóxicas en los productos que usa su bebé, le recomendamos que preste mucha atención a las etiquetas y a la descripción de los ingredientes que allí se indican. Sin embargo, lamentablemente, los ftalatos no siempre figuran entre los componentes de un producto, lo que dificulta la comprensión de esta información.
Anuncios
Respecto a otros cuidados, como el baño en invierno, es importante destacar que, si bien el sentido común indica que en estas ocasiones se debe lavar primero la cabeza del bebé, esto sólo debe hacerse si los padres la secan en secuencia o, si la cabeza es la última parte que se lava durante el baño del niño.
Esto se justifica considerando que la cabeza del bebé siempre es la parte más cálida de su cuerpo, lo que también se demuestra por el hecho de que es la zona donde más suda. Esto ocurre porque el sudor regula la temperatura corporal y, por lo tanto, cuanto más sudor se produce, más aumenta la temperatura corporal. Este fenómeno se observa, por ejemplo, durante la lactancia, cuando el bebé concentra sus esfuerzos para succionar en la cabeza, así como a través del contacto con el cuerpo de la madre. Además, dado que el sistema de regulación de la temperatura corporal del bebé aún no está completamente desarrollado, su temperatura puede fluctuar muy rápidamente. Por lo tanto, al bañar a un bebé en invierno, si se le lava primero la cabeza y no se seca esta parte del cuerpo, se contribuye a una bajada de la temperatura corporal y, en consecuencia, el niño sentirá frío durante el resto del baño.
Del mismo modo, se deben tomar precauciones específicas al bañar a los bebés durante el verano. Una pregunta frecuente entre los padres, especialmente los primerizos, es si es posible bañarlos más de una vez en esta época del año. La respuesta es sí, se puede bañar a los bebés más de una vez durante el verano, e incluso estos baños pueden ayudar al niño a refrescarse durante los periodos de calor intenso. Sin embargo, hay precauciones que deben tomarse para evitar dañar al bebé.
En este sentido, la enfermera Natalia Turano, del Hospital Albert Einstein, argumenta que solo se debe usar jabón neutro en el primer baño del día. Los baños restantes deben administrarse únicamente con agua. Turano también informa que el uso excesivo de jabón puede dañar la piel de los pequeños, que es muy susceptible a problemas como alergias.
Además, otra medida importante a tener en cuenta a la hora de bañar al bebé durante el verano es que, incluso en los días calurosos, se opte por utilizar agua tibia, debido a los problemas de regulación de la temperatura del bebé.