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Muchas mujeres creen que la maternidad es color de rosa y que solo se publicitan las cosas buenas, ¿verdad? Pero la cantante Thaeme Mariôto decidió romper el tabú y mostrarles a sus seguidores la realidad.
Thaeme se convirtió en madre hace ocho días, la pequeña Liz nació el domingo (28) y hoy la cantante publicó una foto en la que aparece despeinada y con cero maquillaje porque, como ella misma dijo, el tiempo es lujo:
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¡El look del día! Dos días sin peinar, tres sin lavar (porque ducharse con tiempo para lavarse es un lujo), pechos destrozados, ¡y en topless para tomar el sol en los pezones! ¡Pura realidad, la vemos aquí! ¡Y felicidad también!
En otra publicación, bromeó sobre dos fotos de su hija en las que tenía expectativas versus realidad:
Expectativa vs. Realidad... ¿Quién se identifica? PD: Los guantes no se quedan en la mano, ¡así que los calcetines amarillos servirán!
Pero la maternidad es difícil para las celebridades; imagínense a nosotros, simples mortales, que no contamos con la ayuda de un obstetra ni de asesores de lactancia como Thaeme. Aun así, la madre dice que le cuesta amamantar. Vean los consejos que recibió:
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“Ahhh, qué maravilla es llevar a tu bebé a casa, lleno de salud y con ese olorcito delicioso que sólo es de ellos, ¿verdad? Y sin duda, esta es una de las etapas más placenteras y emocionantes. Pero también es una etapa de reconocimiento, aprendizaje y muchos desafíos.
Uno de los primeros desafíos en los primeros días es cuando sube la leche. Esto puede ocurrir entre el tercer y quinto día de lactancia. En esta etapa es muy importante tomar algunas precauciones específicas para que esta etapa transcurra con mayor fluidez.
Es común que los senos se llenen mucho, se endurezcan, se calienten y duelan bastante. A veces, incluso puedes sentir fiebre, como si tu cuerpo estuviera muy caliente. Pero no hay fiebre. La areola y el pezón también se vuelven más sensibles y llenos, lo que dificulta que el bebé se agarre.
Así que, siempre que amamantes, masajea bien el pecho y la areola. Suaviza el pecho y flexibiliza la areola para que puedas agarrar y posicionar al bebé. Hazlo antes de cada toma e incluso alivia la leche si es necesario. Aún no es momento de extraer leche para almacenarla; simplemente alivia la leche del pecho.
Otro consejo es mantener el agarre y el soporte del pecho si es demasiado pesado. Así, el bebé no se deslizará hacia el pezón. Tener mucho cuidado en esta etapa es súper importante para evitar grietas, que son muy comunes en esta etapa, ya que el bebé se resbala sobre el pezón y puede lastimarte.
No se deben usar compresas calientes durante esta fase. Las compresas frías deben ser recetadas por un profesional, ya que pueden causar congestión mamaria. Hidrata tus pezones con tu propia leche, no hay mejor ‘ungüento’ que éste.
Y si es posible, busca la ayuda de una asesora de lactancia. Ella podrá guiarte y apoyarte en esta etapa tan delicada. Mucho amor y paciencia, porque pasará y en unos días tus pechos estarán más flácidos y esta sensación pasará. El bebé podrá mamar más y aliviar el peso de los pechos.
