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Toda relación tiene sus fases. Al principio, todo es maravilloso, ambos son perfectos, nadie tiene defectos. Es increíble cómo la pasión ciega o enmascara la realidad. Después de un tiempo, empiezan a surgir diferencias, cada uno muestra sus diferencias, y surge la confusión. Uno quiere tener la razón, el otro cree tenerla siempre o que lo sabe todo y sobre todo.
Pero, aunque pase el tiempo, hay cosas que no podemos abandonar, por eso te dejamos a continuación estas 6 actitudes para que las recuerdes y no dejes que el fuego de la pasión se apague.
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1 – Prioriza a la persona que te ama
Las parejas deben comprender que, en una relación, el objetivo debe ser la felicidad mutua. Así, todos ganan; no hay error. No te cases pensando que alguien te hará feliz, sino cásate para hacer feliz a tu pareja.
2 – Sé comprensivo
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Deja el pasado atrás, vive el presente como algo nuevo, no te quedes estancado en lo que no funcionó, ¡olvídalo! Deja de repetir lo mismo una y otra vez y, cuando sea necesario, perdona. Al fin y al cabo, todos cometemos errores constantemente.
3 – Dormir en los brazos de tu pareja
La forma en que duerme una pareja dice mucho sobre su nivel de intimidad. Fíjate que cuando pelean, uno se acuesta espalda con espalda; cuando están enamorados, uno está encima del otro, piernas juntas, o duermen abrazados, con la cabeza sobre el pecho o en los brazos del otro. Esto es intimidad.
4 – No escatimes en relaciones íntimas
Ninguna relación sobrevive sin amor. Claro que habrá días en que no lo hagas —nadie es una máquina para eso—, pero intenta no negarle este placer a tu ser querido. Cuando dos personas se aman, se desean, desean y sienten placer mutuamente.
5 – Valora a quienes te aman
Dale cumplidos sinceros, hazle regalos fuera de ocasiones especiales, escúchalo con atención y preocúpate por sus sentimientos. Ayúdalo a crecer profesionalmente y bríndale apoyo. Sé su mejor amigo, confidente y persona de confianza.
6 – Entiende que eres una sola persona
Muchos hombres son consentidos por sus madres, les dan todo en mano, etc., y al casarse quieren mantener el mismo nivel de atención, pero así no funciona. Eso ya pasó, era antes. En casa, todo se comparte. ¡No seas una carga, sé ligero, ayuda!
