Curiosidades

Su vientre seguía creciendo y los médicos hicieron un descubrimiento aterrador.

Mercedes tenía miedo de ir al médico y recibir un diagnóstico fatal.

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La mexicana Mercedes Calamares Victorio, de 53 años, se hizo mundialmente conocida en 2015 por una experiencia muy desagradable. Su vientre comenzó a crecer considerablemente. No estaba embarazada, pero su vientre creció hasta alcanzar un tamaño mayor al de una mujer embarazada de nueve meses, lo cual fue aterrador.

Mercedes Talamantes Victorio, de 51 años, llevaba cinco años con el tumor, pero nunca había buscado atención médica por temor a un diagnóstico fatal. Según informes, pasó años recluida en su casa, negándose a recibir visitas de sus dos hijos. Mercedes solo contaba con la ayuda de una vecina. Fue su hija quien finalmente convenció a su madre de ir al hospital cuando el problema comenzó a afectar su movilidad. Mercedes también tenía dificultad para respirar y comer.

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El médico que realizó la cirugía, Gilberto Insunza Salazar, afirmó que no existe precedente en la historia clínica de un tumor intraabdominal tan grande. Estaba ubicado cerca del ovario izquierdo, que también requirió extirpación. La reconstrucción abdominal también fue necesaria para que la mujer pudiera caminar con normalidad, ya que el tejido suelto restante le habría impedido moverse.

La cirugía duró cuatro horas y fue un éxito a pesar de su grave estado. Mercedes sobrevivió, y los médicos quedaron asombrados de que hubiera vivido tanto tiempo con el tumor. Informaron que si el tumor se hubiera extirpado antes, su vida no habría corrido tanto riesgo. Por lo tanto, los médicos advierten que ante cualquier signo inusual, se debe buscar ayuda médica.

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La propia mujer confirmó que la cirugía salió bien, pero se sentía extraña al caminar, pues se había acostumbrado a la presencia del tumor y a la expansión de su abdomen. La paciente también comentó que atravesaba un período de depresión severa, durante el cual permaneció aislada debido a la enfermedad, hasta que una de sus hijas la convenció de consultar con un médico.

El médico explicó que durante la operación, que duró cuatro horas, tuvieron que extirparle el otro ovario, que ya pesaba cinco kilos, y el útero. Los médicos clasificaron el tumor como benigno. Un caso increíble.

 

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Camila Fernández

Licenciada en Periodismo, escribo sobre moda, entretenimiento, tecnología y estilo de vida. Con un ojo atento a las tendencias, cautivo a los lectores con análisis perspicaces y consejos prácticos.